Cómo contactar por email con un ilustrador
Mis amigos, colegas y yo mismo, nos hemos dado cuenta recientemente de que la comunicación con los ilustradores se está descalabrando. Muy a menudo lamentamos esta nueva tendencia. Cierto que quedan muchos directores de arte en este campo que se comunican con sus artistas de manera eficiente y eficaz, pero aparentemente hay otros tantos que llegan a la profesión sin que nadie les haya explicado cómo asignar un trabajo, o gestionar un proyecto. No culpo a estos individuos ni una pizca. Culpo a sus mentores, que fracasaron en la tarea de lanzarlos al mundo con buenas habilidades como comunicadores. O tal vez, culpo a que no tienen tiempo de adquirir práctica en las publicaciones, donde los directores de arte se contratan y despiden a velocidades cada vez mayores. Sea cual sea la razón, el problema persiste.
Por esto, he aquí una pequeña guía que nos conducirá a todos los involucrados en ello a una mejor comunicación, menos revisiones, trabajos mejores y menos dolores de cabeza.
1. Tu primer email no debería consistir solamente en un “¿Hey, estás libre para un encargo?”
Este tipo de mensaje es una pérdida de tiempo para todo el mundo, porque le falta toda la información importante: tamaño y número de ilustraciones, contexto, fecha límite y presupuesto. Para reducir las idas y venidas entre quien encarga el trabajo y el ilustrador, simplemente tómate un momento para incluir esta información en el primer email de contacto. Por ejemplo, “Hola, Salustiana, vamos a sacar una historia sobre los erizos y las morsas. Necesitaríamos una cubierta a página completa y dos ilustraciones tipo pictograma para unos detalles. Los bocetos deberían estar para el 1 de marzo y los finales para el 8. Tenemos un presupuesto de unos 3750$. ¿Estás disponible/te interesaría trabajar con nosotros en este encargo? Necesitamos una respuesta antes de las 17h de hoy. Gracias”.
Con un solo mail le habéis proporcionado al ilustrador toda la información que necesita para decidir si acepta el trabajo o no. Este solía ser el mail estándar para todos los encargos. No estoy seguro de qué ha pasado, pero ni yo ni muchos ilustradores que conozco estamos recibiendo ya emails así. Vamos a solucionarlo.
2. No sobreestimes la capacidad telepática de los ilustradores.
Los detalles importan. A la hora de enviar un email sobre el trabajo, proporciona cuantos más detalles relevantes mejor, sobre todo si existen requisitos específicos. Los ilustradores somos muy capaces de dibujar cualquier cosa que necesites, pero no (siempre) podemos saber qué necesitas si no nos lo dejas claro. Por ejemplo, si le dices a un ilustrador que dibuje “un coche en una calle”, éste asumirá que la marca y el modelo del coche no son relevantes. También asumirá que la calle puede ser cualquier tipo de calle. Por tanto, no es de recibo rechazar el trabajo final porque lo que esperabas era un Porsche Vintage rodando por una autovía. Por favor, asegúrate de especificar todos los elementos que necesitas desde el principio de tus emails con el ilustrador, y todo saldrá suave como la seda.
A veces, en cambio, es preferible una leve dirección, si el encargo es de los que permiten interpretación y libertad artística. Pero no confundamos esto con la falta de información relevante. Por ejemplo, la última destinataria del premio Richard Gangel para Directores de Arte, SooJin Buzelli, es famosa por dar a sus artistas mucha libertad. Pero nótese que cuando les hace un encargo, antes se ha pasado un buen rato resolviendo cómo condensar un artículo complejo hasta su mensaje esencial. Entonces envía este resumen a un ilustrador cuidadosamente seleccionado, proporcionándole un punto de partida perfecto para crear una solución visual única. Conciso y eficiente.
3. Por favor, responde. Por favor.
Esto es mera cortesía. A menudo me preguntan si estoy disponible para un encargo, y contesto afirmativamente con algunas preguntas sobre los detalles o el presupuesto. Y no vuelvo a tener noticias. Una semana después veo el blog de otro ilustrador con un trabajo idéntico a aquel sobre el que me habían escrito. Puedo comprender que todo el mundo está muy ocupado y que los emails vuelan a la velocidad de la luz, pero os invito a tener en cuenta que es poco profesional, y bastante grosero, dejar colgado a un trabajador. Muchas veces aplazamos otras cosas, o rehacemos nuestra agenda semanal para acomodarla a un proyecto que consideramos que está a punto de iniciarse. Un simple email para hacernos saber que al final vais a trabajar con otra persona, o que la cosa se cancela, o aplaza, etc. es todo lo que necesitamos para que sepamos a qué atenernos, y organizar nuestras prioridades con nuestros otros encargos.
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Gracias.
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Traducido por Marta Ramos del original en inglés publicado por Kyle T. Webster en la web IllustrationAge
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AM Ketterer
Muchas gracias por este artículo. Claro y conciso! mis aplausos!!!
io Bru
Está genial. Son cuatro cositas, y tan sencillas…! Ojalá empiecen a cambiar las cosas. Y ha sido un puntazo que hayáis hecho referencia a Soojin Buzelli, ya que tuve el placer de conocerla y la tía es una máquina. ¡Qué vengan muchos más artículos así! Gracias!
Oscar Merling
Un gran articulo, verídico. Ya que a mi me suele ocurrir lo mismo, estoi totalmente de acuerdo y aliviado al leerlo. Gracias!