Moebius
Jean Giraud, alias Moebius, murió el día 10 de marzo, faltando dos meses para cumplir los 74 años.
De adolescente no quería ser futbolista ni estrella de cine, quería ser Moebius.
Lo que hago no se parece nada a su estilo pero siempre lo he tenido de guía.
No tiene equivalente en el mundo de la ilustración y del cómic. Algo así como Picasso en pintura y escultura o Bowie en la música por su versatilidad e influencia.
He sentido mucho su muerte porque me ha acompañado siempre en los últimos 35 años.
Lo descubrí en los 70 como Jean Giraud dibujando al teniente Blueberry, la cumbre del western en cómic.
En la primera mitad de los 80 compraba números atrasados de Totem en el Rastro y en París la edición francesa de Metal Hurlant donde improvisaba mes a mes El garaje hermético (una obra seminal incluida recientemente entre las obras más influyentes del cómic según Max o Ana Juan en una encuesta de EL PAIS)
Hace un par de años vino a presentar el primer tomo de Inside Moebius en el foro de la FNAC. Se sorprendió al ver que no cabía un alfiler.
Muy simpático, hablaba de sus proyectos con una vitalidad envidiable, en un español bastante fluido. Modesto, decía que tuvo suerte de llegar en un momento en que resultaba novedoso lo que hacía, pero que ahora le daban mil vueltas muchos dibujantes. El editor de Norma, Rafa Martínez, le corrigió diciendo que, en fin, que dibujantes que lo superaran había pocos.
Sorprendentemente seguía hablando de Jijé, su maestro, como si no le llegara al tobillo cuando lo superó con creces hace tiempo.
Tuve la oportunidad de ver dos exposiciones recientemente en París. En 2005 en la Maison de la Monnaie (conjuntamente con Miyazaki) y sobre todo la retrospectiva de la Fundación Cartier hace algo más de un año (en octubre de 2010), extensa y muy emotiva par mí.
Fue maraviloso poder ver los originales de Blueberry, de Arzak, del Garaje hermético, del Incal, etc y de sus preciosas ilustraciones en color directo o a línea.
No creo que haya dibujante que haya influido tanto en sus distintas facetas como Moebius.
Desde el clasicismo virtuoso de Jean Giraud cuando dibujaba Blueberry, al talento visionario de creador de mundos de Moebius.
Estilísticamente le copiaron hasta la saciedad su línea de pincel de Gir y con pluma, rotring o rotulador como Moebius, o sus ilustraciones con gouache con su técnica tan reconocible.
Moebius es un artista que va más allá de los límites tradicionales de su disciplina. El título de la exposición de la fundación Cartier MOEBIUS-TRANSE-FORME expresa bien lo que representa el dibujante: un artista en perpetua mutación (después de 50 años seguía siendo moderno).
Según Gregorio Belinchón en El País» El garaje hermétcio es «la eclosión de Moebius, la aparición de un nuevo modo de narrar y dibujar que trastoca todos los géneros.»
Ha influido no sólo en buena parte del cómic moderno sino también en la animación, la publicidad, los videojuegos o el cine.
Algunas fechas claves:
– 1938: 8 de mayo, nacimiento en Nogent-sur-Marne, en las afueras de París.
– 1956: Publica su primer cómic en la revista Far-West de Marijac, nada más salir de la escuela de artes aplicadas.
– 1961: Empieza a trabajar como aprendiz de Joseph Gillain, alias Jijé, en la serie Jerry Spring.
– 1962: Creación del teniente Blueberry con guión de Jean Michel Charlier en la revista Pilote. Firmó por primera vez como Gir.
– 1963 Jean Giraud utiliza por primera vez el seudónimo de Moebius en la revista Hara Kiri.
– 1975 Crea con Farkas, Dionnet y Druillet la editorial «Les humanoïdes associés» y la mítica revista Métal Hurlant (donde publicará Arzak -1975,1976-, El Garaje hermético -1979- y la saga del Incal con guiones de Alejandro Jodorowski a partir de 1980 -hasta 1988-).
– A mediados de los 80 se fue a vivir a Estados Unidos donde empezó la serie «El mundo de Edena».
– 1997 Vuelve a Francia y retoma las riendas de su propia editorial Moebius productions-Stardom con su mujer Isabelle (donde publicará Inside Moebius y «L’Arpenteur» el primer tomo de la trilogía de las nuevas andanzas de Arzak).
Moebius y el cine:
Trabajó para el cine (Tron, Willow, Alien, El quinto elemento o Abyss por ejemplo, o la adaptación de Dune por Jodorowski que nunca vio la luz) pero curiosamente -para mí- su mayor aportación fue en una película donde su nombre no figura en los créditos: Blade Runner.
Se inspiraron descaradamente de su visión de un mundo futurista. La ciudad que aparece en Blade Runner pertenece claramente al universo de Moebius.
Para la película de animación «Les Maîtres du temps» de René Laloux diseñó los personajes y el storyboard completo, pero desgraciadamente los animadores no tenían el talento del Maestro.
«El cine era mi cultura. Pero eso se acabó (…) Se trata de que el cine, para mí, ha perdido importancia. De alguna manera, puedo decir que se acabó con la muerte de Sam Peckinpah», decía Moebius.
Grupo salvaje del mismo Peckinpah era su película favorita.
Algunas opiniones:
Cuando preguntaban a André Franquin quien era el mejor dibujante de su tiempo, contestaba sin dudarlo: Jean Giraud.
Stan Lee (mítico guionista, creador de Spiderman, X men etc) que colaboró con él en un episodio de Silver Surfer dijo: «Moebius es el genio más grande del cómic, es un honor trabajar con él».
Thierry Groensteen (dirigió «Les cahiers de la bande dessinée»): «Jean Giraud-Moebius es para mí el único dibujante que ha hecho escuela con dos estilos diferentes».
«Insisto: Moebius tendrá su lugar en la historia del dibujo al mismo nivel que Dürer o Ingres» dijo Benoît Mouchard, director artístico del festival de Angoulême.
Moebius por Moebius:
«Pasando de Giraud a Moebius, he torcido la cinta, cambiado de dimensión. Era el mismo y era otro. Moebius es el resultado de mi dualidad» (Jean Giraud: Moebius/Giraud: Histoire de mon double Editions1 Paris 1999)
«Gir es una profesión, Moebius un estado del alma».
«La metamorfosis corre por toda mi obra».
Inside Moebius
En Inside Moebius emprende un viaje interior humorístico, utilizando anécdotas reales autobiográficas, reuniendo a sus alteregos a distintas edades y a sus personajes.
Al final del primer tomo de la edición española, su alterego vomitaba una mancha negra.
En la charla de la FNAC comentaba que años atrás en una parada de autobús le ocurrió realmente. Estaba solo y pensó con angustia que se iba a morir en ese momento. En el cómic, unos seres extraños, ángeles sin cara, le salvaban. En la realidad fue su mujer.
Y para terminar, las últimas palabras de Moebius a su mujer antes de morir:
«Siento que ocurre algo… siento que transmuto… Tienes que darme los códigos de reparación…»
(Me he basado en varios artículos (ActuaBD, El País, Catálogo de la exposición de la Fundación Cartier etc.) y en mi propia experiencia para escribir este texto.)
Gonzalo Izquierdo
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