Conferencia de Jutta Bauer en la Biblioteca Nacional

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Madrid, Biblioteca Nacional. 8 de febrero de 2014

Baja Jutta Bauer de su estrado, agarra uno de los paraguas pintados que se promocionaban en el pasillo lateral y llama a Roberto Innocenti, que se encontraba sentado en la primera fila. Se colocan ambos bajo el paraguas abierto, juntan sus caras sonriendo al público, y una lluvia de fotos de móviles cae sobre ellos.

De esta manera tan simpática comienza la charla de Jutta Bauer el pasado 8 de febrero, con algo más de 50 personas entre el público, la cual vamos a tratar de recoger en la siguiente crónica:

Comienza entonces su discurso hablando de los ilustradores que la han inspirado, poniendo el acento en Tove Jansson (Finlandia). La admira por sus figuras con alma, su empatía con el público, sus gestos irrepetibles. La llama “su heroína”.

También nombra al editor Jochen Gelberg, al cual conoció en sus inicios de la profesión y le mostró aquella corriente que circulaba por Alemania en los años 80 que defendía una literatura para niños emancipatoria, que les enseñara a aprender por ellos mismos y a decir “no” a doctrinas impuestas.

Y como escritora favorita con la que trabajar nombra a Christine Nösthinger.

Trabajó en sus comienzos publicando una tira cómica semanal en la revista Brigitte, destinada al público femenino. Pero comenta que terminó dejándolo porque no soportaba la presión de tener que hacer un chiste gracioso para 2 millones de personas cada semana.

Tuvo además una incursión en el mundo del cómic con una heroina feminista: Batminne.

Dibujante incansable, siembre lleva cuadernillos en los que dibujar las ideas que se le ocurren. Lo aprendió de su amigo e ilustrador Edgar Weister, el cual le enseñó que las ideas son fugaces, y si no se toma nota de ellas automáticamente desaparecen. Si hay que levantarse en plena noche para apuntar una idea, se levanta.

 

Su técnica

Cuando llega el momento de hablar de su técnica nos explica su creencia de que muchas veces el primer boceto es el mejor. Los bocetos que salen espontáneos tienen una frescura y un gesto que no se puede repetir. Es un misterio para ella saber por qué un mismo autor no es capaz de reproducir su propio boceto en el arte final y mantener la misma frescura. Por eso lo que hace es escanear dibujos, siempre a tamaño pequeño, y retocar con Photoshop para corregir, añadiendo o quitando, y no perder nunca el gesto fresco del lápiz. Si no le gusta cómo ha quedado una pierna, la dibuja aparte, la escanea y la sustituye en el original. Después colorea con Photoshop dejando que se fea el trazo inicial. Sin complejos.

Comenta que hay que tener mucho cuidado con la tecnología para no dejarse llevar por ella, para no caer en el uso de efectos y exceso de perfeccionismo. Para eso piensa que es necesario tener seguridad al utilizar el ordenador, saber lo que se quiere y no dejarse llevar por la máquina.

Piensa que es muy importante decidir el tipo de trazo con el que vas a afrontar un proyecto. Así, La Reina de los colores, por ejemplo, tendrá un trazo decidido, mientras que El ángel del abuelo tendrá un trazo más tenue.

 

Su obra

La reina de los colores

Es su obra favorita, la más expresiva. Se pensó para llevarla al cine, y todas las figuras están hechas en cartulina y recortadas a mano por piezas.

Shelma

La dibujó en una noche acompañada de una botella de vino tinto. De ahí salió un libro que triunfó sin ningún tipo de promoción de marketing, y por el que fue premiada en 2010 con el Premio Hans Christian Andersen.

Madre chillona

Un día, cuando su hijo era aún pequeño, Jutta le regañó gritándole. Después se sintió culpable y la manera que encontró de pedirle perdón fue escribir esta historia. Después de contársela durante muchas noches antes de dormir la guardó en un cajón durante 10 años, de donde volvió a salir para presentarla en una edición de la Feria de Bolonia (básicamente porque sabía que le iban a preguntar por sus nuevos proyectos y no tenía ninguno entre manos).

Algunos de los premios obtenidos por este libro: “Eule des Monats” del mes de Diciembre, otorgado por la redacción de Bulletin Jugend & Literatur. Premio Austríaco al libro del mes de Febrero de 2001 . Premio Alemán al Libro Innfantil (álbum) 2001. Seleccionado por el Gremi de Llibreters de Catalunya para el Premio Llibreter 2001, álbum il.lustrat. Seleccionado por la Fundación GSR y la CEGAL para el catálogo “Libros con dos miradas”.

El ángel del abuelo

Influido por la vida de su padre, que le tocó vivir las dos Guerras Mundiales.

Premio Católico al Libro Infantil y Juvenil 2001, otorgado por la Conferencia Episcopal Alemana. Esto no le hizo mucha gracia a ella, que se declara no creyente.

Una pequeña casa en el bosque

Basado en una canción popular infantil alemana, presente también en muchos otros países con su propia versión. Publicado en Suecia, Francia, Alemania y España.

Emma

Los primeros personajes salieron en un bloc de notas mientras esperaba a una amiga en un café de Suecia. Los bocetos están escaneados y coloreados directamente con ordenador. La historia estaba pensada inicialmente para ir sin texto, pero sus editores no compartían esa idea. Pero después de varios títulos con texto logró convencerlos para hacer uno sin él, y fue todo un éxito.

 

Otras dedicaciones

Jutta dedica actualmente la mitad de su tiempo profesional a impartir charlas y talleres. Le encantan sobretodo los talleres con niños, en los que se suele ofrecer para dibujar en directo las historias que ellos van inventando sobre la marcha. En estas historias suelen salir escenas de cierta violencia protagonizadas por monstruos, las cuales escandalizan a los profesores, pero finalmente son reconducidas por los propios niños hacia un final feliz.

Admira cómo los niños dibujan sobre grandes superficies de papel con grandes brochas sin que eso les suponga el menor problema, mientras que la mayoría de adultos se quedaría paralizados ante la superficie en blanco.

En referencia a este tema nos recuerda una cita de Picasso: “A los 18 años supe dibujar como Miguel Ángel. El resto de mi vida la dediqué a aprender a dibujar como un niño.”

 

Su estudio

Para hablar del estudio en el que trabaja nos muestra una foto en la que aparece ella, dibujando con la izquierda, sobre el típico tablero lleno de botes con lápices y pinceles. Hasta aquí nada que llame especialmente la atención. En la siguiente imagen aparece dibujando en un jardín, rodeada de mesas y flores, a orillas de un canal. Y entonces nos cuenta que comparte estudio con 18 artistas más: una gran instalación con espacios de trabajo, jardín, etc, en la que conviven, comen juntos e intercambian. No está a favor de trabajar como ilustradores encerrados en nuestra torre de marfil y piensa que es imprescindible compartir con otros autores, y sobre todo no verlos como competidores, sino como profesionales con los que colaborar para enriquecer nuestro trabajo.

En los comienzos de su grupo de artistas crearon un portfolio online para que cualquier ilustrador pudiera subir su obra y darse a conocer. Actualmente sigue siendo utilizado por muchos ilustradores noveles.

Además, también forma parte de una fundación para la defensa de la ilustración. A través de ella intentan que se considere a la ilustración como un modo de arte en sí misma, y no como un arte menor que decora libros: http://www.troisdorf.de/stiftung-illustration/

Para concluir la charla nos muestra la imagen de un pequeño muelle de madera. Comenta que no todo es trabajar, y que cuando necesita descansar se va a una pequeña cabaña que tiene a orillas de un lago.

 

Ronda de preguntas

¿No cree que algunas de sus imágenes pueden resultar políticamente incorrectas?

Responde que a los niños hay que hablarles de todo: muerte, dolor, sexo, etc. Cuando no hablamos de eso a los niños los dejamos solos ante el problema.

 

¿Sería mejor continuar con los métodos tradicionales de ilustración y olvidarse del ordenador?.

Jutta responde que el ordenador le ahorra trabajo. Le permite retocar imágenes sin tener que repetirlas enteras, y pone como ejemplo el libro de “Una pequeña casa en el bosque”, en el que la mayoría de las composiciones están hechas con Photoshop, aunque aparentemente sea todo trazos de lápiz.

Se debe aprovechar cualquier soporte, y habla de una app que acaban de sacar de Elma. Si algo es bueno todas las vías por las que lo puedas sacar serán buenas.

 

¿Por qué trabaja siempre en ese pequeño formato, en vez de ir a los grandes formatos de album ilustrado?

“Porque me gusta así”, responde Jutta. Hubo un tiempo en el que discutía con los editores para que le dejaran editar en pequeño formato, pero a estas alturas, de la misma manera que ahora escoge a sus escritores también escoge el formato. Sus dibujos son siempre pequeños, y cree que no funcionan bien cuando se amplían a formatos más grandes, por eso busca un formato que los mantenga en su tamaño original.

 

¿Cómo afronta un proyecto en función del grupo de edad al que va dirigido?.

Lo le importan los grupos de edad. Jutta trabaja pensando en que su otra puede ser leída por cualquiera que le interese, independientemente de la edad que se tenga.

 

 

Impresiones de este espectador

Después de escuchar la trayectoria de Jutta Bauer contada por ella misma nos quedamos con la impresión de que todos sus éxitos han llegado de manera fluida y natural. Como si el trabajo constante llevara siempre de manera natural al éxito. O como si fuese natural que todo lo que salga de sus lápices se convierta en oro.

Destacar en cualquier caso su recomendación hacia el trabajo en equipo, el intercambio entre ilustradores, los espacios de trabajo compartidos y el asociarse por nuestro propio beneficio y el de la profesión.

 

Sr. Sánchez (www.srsanchez.es)

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