¿Es infantil o es para adultos?
Los encargos en ilustración, por lo general, se destinan a un tipo de público concreto. Hay ilustraciones hechas para el público infantil, para jóvenes o para adultos.
¿Qué es aspectos marcan o pueden determinar que una ilustración sea infantil o para adultos? ¿Son convenciones o estereotipos? ¿Cómo se plantea una ilustración destinada a un público infantil o adultos? ¿Cambia el estilo gráfico o el lenguaje usado al dirigirse a niños o a adultos? ¿Qué ocurre cuando un cliente nos dice “se ve un poco infantil y en cambio este trabajo para adultos”?…
En este post hay una serie de respuestas y opiniones de profesionales de la ilustración sobre este tema.
(Ilustrador A) Yo creo que, en general, no estamos acostumbrados a leer imágenes y hay unos estereotipos muy incorporados, que son absurdos la mayoría.
En este tema, yo creo que sí que hay batallas que ganar y tenemos mucha responsabilidad porque nosotros como ilustradores somos los que conocemos el lenguaje de la imagen y estamos más acostumbrados a leerlas.
A la hora de hacer una imagen, hay que tener claro qué se quiere contar, por qué y a quién. Y haremos el trabajo en función de eso. Tener estos argumentos claros, ayudan mucho a explicar al cliente de forma asertiva y amable. Y da igual que hagas los dibujos de una o de otra manera. Lo importante es lo que se cuenta.
Explicar y defender esto es el verdadero trabajo del encargo. Lo mismo no le convence y hay que cambiar el trabajo porque lo infantil, lo adulto y el mundo de la imagen en general está muy estereotipado. Pero ir haciendo esta pedagogía gráfica y explicar que las imágenes son para leer y no para adornar, ni para mirar, es útil y mi experiencia es que cada vez va calando más.
A veces, cuando no hay más remedio que cambiar la ilustración porque «resulta un poco infantil», no hace falta cambiar toda la imagen sino algunos detalles que puedan dar idea estereotipada, de lo que es más infantil o de adultos. Esto normalmente es arbitrario. Lo que para uno es infantil, para otro no lo es porque depende de la idea que cada uno tenga o haya vivido sobre lo infantil.
Lo que yo he experimentado sobre estos estereotipos es que un pelo más peinado con un corte moderno, pies pequeños, sin coloretes y las proporciones más alargadas son más de adultos. En cambio, la cabeza con ojos grandes, redondos recuerda más al mundo infantil.
Pero yo insisto que donde está el lío es en el mensaje, en lo que se cuenta en la imagen. Si dibujas una Peppa Pig en la posición más pornográfica y leen la imagen, entenderán que es para adultos, por mucho que sea Peppa Pig.
(Ilustrador B) Este es un tema muy importante, que me está dando mucho que pensar últimamente. De entrada yo me defino como ilustrador infantil y punto. Pero a veces surge de nuevo este debate.
Yo he entendido que el ilustrador no usa el mismo lenguaje que el cliente. Para mí infantil significa algo en concreto, mientras que el cliente usa esa palabra para definir otro tipo de cosas.
Muchas veces, los editores no saben expresar muy bien lo que necesita el proyecto y muchas veces se me ha dicho que el estilo era infantil cuando querían pedir simplemente que el personaje pudiese aparentar algún año más.
Me volví loco porque para varios clientes de United Kingdom el estilo de mis personajes era demasiado infantil y por lo tanto había que reducir los “ojos”. Cosa que me sorprende muchísimo porque me eligieron y preguntaron por mí en base a mis ilustraciones y me las ponían como ejemplo.
Así que no entendía nada, hasta que, después de reducir y cambiar mil veces los ojos y modificar estilo de la ilustración en general, me di cuenta de que lo que denota sensación de infantil no es el tamaño del ojo, ¡si no el de la pupila! Hice unos ojos aún más grandes con, esta vez, una pupila pequeña, y si les encajó. Y eso me pasó con varios, la pupila dilatada y brillos en la misma da sensación de niño pequeño. O eso parece.
Me estoy esforzando para conocer y reconocer estos patrones o prejuicios visuales y adelantarme o explicar mejor mis decisiones. Por eso digo que tenemos que conocer nuestros clientes.
Trabajando con una editorial extranjera, me veo obligado a cambiar las proporciones de los cuerpos y adaptarlas más a la realidad.
Trabajando con la mima editorial de España me piden exagerar las proporciones como yo suelo hacer y prefieren la cabeza grande, los brazos pequeños y ojos exageradamente grandes y brillantes.
Es la misma empresa y distintas opiniones. En España lo deformado suele gustar más, mucho más que por ejemplo en United Kingdom donde una pupila grande es infantil, una cabeza grande es infantil.
Éste un ejemplo tonto pero muchas veces nos quedamos con la crítica y nosotros creemos manejarla y es entonces, cuando empezamos a cambiar cosas que realmente no hacen falta.
Así que creo que tenemos que escuchar lo que el cliente usa para definir infantil, que normalmente es una sensación poco clara que no sabe explicar muy bien y preguntar de forma más especifica que está pasando. Qué es lo que no convence. Así como defender nuestras posturas y explicar el porqué de nuestras decisiones.
Si un cliente usa la palabra estilo yo tiemblo porque pienso tengo que cambiar toda la ilustración, si no le gusta el estilo. Esto es razonamiento de dibujante. Muchas veces se refieren a pocos detalles y usan mal, muy mal la palabra estilo.
Por eso, hay que conocer dónde nos movemos. En mi caso cuanto más aprendo a entender el lenguaje del cliente, menos cambio realizo a mis imágenes y les puedo explicar mi punto de vista.
(Ilustrador C) Mi idea es justo lo que comenta B, hacerme un listado de estereotipos y clichés para entender a los clientes.
Por ejemplo: Infantil: ojos grandes, extremidades pequeñas, poco detalle, etc Adulto: ojos y bocas pequeños, colores menos saturados, más detalles…
(Ilustrador D) Creo que no existe un estilo infantil y otro para adultos salvo en casos muy extremos. Vamos, que para niños muy muy pequeños hay estilo infantil que usa los colores planos, pero para el resto de niños la cosa cambia.
Hoy en día lo infantil ha quedado reducido a una franja de edad muy temprana, el resto son niños que consumen lenguajes adolescentes, ya sea en música, cine o imágenes (la publicidad tiene la culpa). También hay adultos y cada vez más, que consumen música e imágenes muy por debajo de su edad, y esto a veces es simpático y otras muy lamentable. Son los tiempos que corren…
En lo que se refiere a las editoriales depende de sus propios gustos, y miden lo infantil en las proporciones o en si en las mejillas hay o no colorete…
Bromas aparte, está lo más importante, que es el destinatario, el niño, y que a veces si haces un estilo muy infantil te lo tiran a la cara porque se creen mayores, y éste el mayor problema a la hora de hacer uno u otro estilo.
(Ilustrador E) Yo pienso que D da en la clave cuando dice que ahora los niños consumen lenguajes para adolescentes a edad cada vez más temprana. Creo que los niños quieren sentirse mayores y mucha gente sin escrúpulos se aprovecha de esto, ampliando hacia la infancia la franja de mercado adolescente en lugar de brindar a los niños productos que les permitan ir cimentando una madurez real. En general, se trata de productos ultrasexuados en una orientación patriarcal, y con unas cargas muy fuertes de violencia competitiva, un tipo de violencia que los padres aceptan sin problemas aunque jamás tolerarían que a los niños se les mostraran situaciones de violencia social o política. Los mismos productos se proyectan también hacia un público cada vez más adulto, y al final resulta que ahora la adolescencia empieza a los ocho años y termina (con suerte) a los cuarenta.
En cuanto a lo que sería un estilo infantil, me parece que en cada época ha habido un canon. El más fuerte ha sido el de Disney, que ha durado décadas, pero parece muy erosionado por la fuerza que han cogido el manga, el anime… Creo que éstos, incluso cuando se dirigen a los niños, tienen contenidos muchísimo más complejos que los de los productos Disney y con ello ayudan más y mejor al desarrollo de los niños. Los contenidos que parecen asumirse como válidos para niños, son aquéllos llenos de una falsa amabilidad y que niegan totalmente cualquier clase de conflicto, con lo cual a los niños se les hace un flaco favor.
En cuanto al estilo gráfico, mi conclusión es que se tiende a considerar que son estilos infantiles válidos aquéllos que son muy sintéticos, con líneas limpias, muy definidas…
Cuando nos toca dibujar para niños creo que no nos queda más opción que:
a) Tener muy claro que los niños son niños, no tontos, y que son un público muy atento y muy crítico que no perdona ni una.
y b) Intentar recordar qué nos gustaba a nosotros mismos cuando éramos niños. En mi caso, recuerdo que prefería los estilos sintéticos, que me gustaban los dibujos con muchos elementos en los que me podía fijar una y otra vez, y los dibujos que situaban a los personajes en ambientes, espacios o paisajes complicados que yo podía recorrer al margen de la narración. Cuando he ilustrado para niños he intentado reproducir eso, y el feed back de niños que he tenido ha sido muy bueno.
El problema también está en el margen de autonomía que te deje el editor, porque si nos toca uno que esté anclado en el paradigma Disney… ¡Estamos perdidos!
(Ilustrador F) Estoy de acuerdo con D en que los niños no por ser niños son tontos, son muy exigentes a su manera y si hay algo que no les gusta no dan segundas oportunidades.
En mi opinión sí que creo que hay un estilo para niños y otro para adultos, en el sentido de que dependiendo de nuestras edades leemos las imágenes de diferente forma.
Por eso, para los más pequeños usamos unas figuras simples, claras y definidas porque necesitan dibujos claros y concisos, mientras que los adultos ya podemos leer imágenes más complicadas y si un retrato es una mancha de colores (por poner un ejemplo) lo vamos a poder leer bien (otra cosa es el gusto del consumidor).
Otro tema interesante es el que han comentado ya, y es que hay niños que ya no son tan niños y quieren consumir cosas de mayores, ¿quizá el debate podría ser entre estilos de infantil juvenil y adulto?
(Ilustrador G) Partiendo de la base de que creo que lo que llaman para niños son en realidad, infantilismos, es decir, visiones de adultos que creen saber lo que les gusta o interesa a los niños y niñas, se puede hacer un análisis de como funciona en nuestra cultura lo infantil, aunque es un término abierto e interpetable, por eso no es una buena indicación para un briefing aunque se siga usando.
Son convenciones sí, primero el lenguaje infantil debe ser dulce (todo elemento que le dé dulzura maternal) y también con muchos colores, los personajes suelen ser cabezones y tiernos, casi como bebés, con los ojos grandes etc… Esa es la convención, el estereotipo.
¿Cómo lo soluciono?… Mi estilo está perdiendo carácter con la edad (la mía) así que solo ajusto un poco las proporciones y lo que cuentan las imagenes claro, pero no varía mucho el estilo para niños o adultos, porque tiendo a simplificar para dar más importancia a la comunicación.
Con la música pasa igual, la gente cree que la música más simplista es más infantil, pero el cerebro de un bebé o niño es mucho más alucinante que el nuestro y es capaz de percibir más cosas, de concentrarse mejor en los estímulos que recibe etc….
Por supuesto que hay que cuidar el lenguaje con los infantes, pero si nos fijáramos en sus dibujos veríamos que hay muchos más matices y que los que tendemos a simplificar en ellos o infantilizar somos nosotros. Ya no decirte, los editores que intentan vender para masas que van directamente a los clichés…
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